Se ha presentado la primera reacción fuerte en contra de la piratería informática por parte del gobierno de los Estados Unidos de Norte América, que, como siempre, deja muchos interrogantes abiertos y bastantes cosas por aclarar.
Como primera medida, la acción iba encaminada a la puesta en vigencia de una ley en contra de la piratería informática, sin embargo no solo se detuvo su implementación sino que se ha llegado a proponer que se desmonte del todo el proyecto propuesto, ya que las reacciones en contra y los efectos de la actividad de los Hackers ha puesto en Jaque a los organismos de seguridad estadounidenses y a otras agencias y personas interesadas en la promoción de la ley SOPA.
En segunda medida, la aplicación de esta supuesta Ley comenzaría con el cierre del portal Megaupload, abierto desde el año 2004 como un sitio en le cual las personas podrían compartir datos, sin embargo no parece que exista la aplicación de algún protocolo de investigación de delitos informáticos para obtener evidencia física electrónica y que este tenga una adecuada sustentación jurídica.
Si analizamos un poco qué es Megaupload, nos encontramos que se inició como una página en la cual la comunidad de usuarios podrían intercambiar información considerada “inocua”, entendido esto como información personal o pública que desearan exponer a la comunidad virtual o aquella que no estuviera protegida por los derechos de autor, ya que ninguna ley prohíbe ofrecer servicios de almacenamiento de datos; por lo tanto el portal no tenia previsto inicialmente dedicarse a la piratería, ni a actividades ilegales.
La situación compleja radica en que el sistema de Megaupload permitía a sus usuarios guardar cualquier tipo de archivo digital electrónico, lo que incluye las películas y demás obras protegidas con derechos de autor como libros, fotos, enciclopedias, entre otras.
Otro problema radica en que, aunque era el usuario quien subía los archivos a la red, el sitio permitía un acceso limitado de unos 75 minutos diarios a quienes no estuvieran suscritos y cobraba una suscripción entre 8 a 10 euros mensuales y otra de 260 dólares, la cual otorgaba una membresía de por vida con acceso ilimitado a la información (Fuente: http://noticiaspe.terra.com.pe/tecnologia/noticias/0,,OI5571032-EI4130,00-Que+viene+para+la+red+tras+el+cierre+de+Megaupload.html) y, a parte de estas ganancias, el dueño del portal percibía otras por publicación de propaganda y publicidad de todo tipo, incluida la de otros supuestos hackers.
Como agravante de lo antedicho, se observa que hay un marcado interés económico en la Ley SOPA, ya que sus promotores son especialmente los representantes de los artistas y las disqueras estadounidenses, quienes han reportado dejar de percibir enormes cantidades de dinero por la reproducción de sus películas, videos y música de forma pirata, no obstante esta situación, la Ley SOPA ha recibido críticas de todo tipo, como lo dice la vicepresidenta de Comisión Europea Neelie Kroes: “Feliz por que haya un cambio de tendencia sobre SOPA: no necesitamos una mala legislación cuando deberíamos estar salvaguardando los beneficios de una Red abierta” [La cursiva y negrita es nuestra] (ver: http://noticiaspe.terra.com.pe/tecnologia/noticias/0,,OI5568692-EI12469,00-Europa+critica+proyecto+de+ley+de+EEUU+contra+ciberpirateria.html ) además el cierre de un prestador mundial de estos servicios como Megaupload solo asegura que surjan muchos nuevos actores en el negocio.
Aunado a todo esto, varios otros prestadores de servicios en la Internet como Wiikipedia y Facebook han protestado debido a que temen una mayor censura en la web, ya que el FBI ha demostrado su capacidad para bloquear, mediante orden judicial, a cualquiera de los 95 millones de sitios .com, permitiendo vislumbrar la posibilidad de una gobernanza de la internet (ver http://unvrso.ec/0002R0E)
Todo lo anterior nos demuestra que, aunque no se debe tolerar el robo de propiedad intelectual, la situación radica en que la Internet es un campo cada vez más político, un espacio en el cual las prácticas anteriores en lo comercial no se ajustan a sus características particulares y a la ideología de la red; no hay un modelo de trabajo que permita un negocio de prestación de servicios en la red que beneficie tanto a los proveedores como a los consumidores y ello es caldo de cultivo para que se sigan presentando este tipo de problemas.
La situación se hace interesante desde el campo investigativo-criminal cuando se piensa en ¿cómo probar la participación de los usuarios en este tipo de delitos? Ya que hay millones de bancos de usuarios están protegidos por claves de acceso y, además, la información personal contenida en ellos no necesariamente corresponde necesariamente a la real, así como no siempre los equipos utilizados están a nombre de los verdaderos dueños, entre otras dificultades.
Interesante crisis global que coloca en la actualidad temáticas como la computación forense, el concepto de evidencia digital, la producción de evidencia digital, su recolección y preservación, el análisis de la evidencia digital, la trazabilidad de actividades, la minería de datos, el Hacking, la propiedad intelectual, la actualización constante de la legislación en materia comercial y en materia de computación y archivos digitales, entre otros.
Es indispensable mencionar, que no hay leyes establecidas para la regulación de internet, pero la legislación a tomado como base el hecho de que si la red es global y uno de sus actores afecta las leyes de un pais, este pude presentar la queja ante un tribunal, es preciso mencionarlo ya que en el caso de Megaupload, sus servidores principales radican en hong kong y la pagina operaba desde Nueva Zelanda, es cuando se hace preciso la pregunta ¿bajo que leyes son las que se debería juzgar? ¿cual es el metodo mas adecuado de investigación en esta materia? y mas importante aun al avecinarse el evento del cambio de protocolo, ¿cuenta este con los suficientes recursos para brindar seguridad a los usuarios o solo es una copia del anterior, pero con mas espacio para albergar sitios en red??...
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