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SOBRE EL DESARROLLO DE UNA PERSPECTIVA TEÓRICA Y DEL MARCO TEÓRICO DE LA INVESTIGACIÓN.

Juan David Giraldo Rojas.
Profesor de Metodología de Investigación.
Facultad de Derecho.
Universidad de Medellín.


Con el fin de aportar información, que facilite la construcción de trabajos de investigación, se hace necesario responder a la pregunta  ¿en qué consiste el desarrollo de una perspectiva teórica? Para ello nos basaremos en lo propuesto por Hernández, Fernández y Baptista (2010)[1], según quienes esta perspectiva se conforma por:

a)   El Proceso: Consiste en la inmersión en el conocimiento existente y disponible que puede estar vinculado con nuestro planteamiento del problema. Durante este proceso es cuando se utilizan las fichas de recolección de información de textos, artículos, sentencias, jurisprudencia, etc.

Con este fin, se realiza la revisión de la literatura correspondiente en la cual se redacta, consulta y obtiene la bibliografía y los materiales útiles para los propósitos del estudio, de los cuales se extrae y recopila información relevante y necesaria para el problema de investigación. Esta revisión debe ser selectiva, lo que implica seleccionar la información mediante criterios de búsqueda, para lo cual son de gran utilidad las bases de datos y los Tink-tanks. Este proceso implicaría actividades como:

1)      Obtención O Recuperación De La Literatura: Consiste en ubicar los lugares donde está la información; en ello nos pueden servir profesores o personas expertas en el tema de investigación, así como las bibliotecas (físicas y electrónicas) o bancos de información, bases de datos, hemerotecas, videotecas, filmotecas, etc., en las que se halle información.

2)      Consulta De La Literatura: Al consultar los documentos ya ubicados, procedemos a seleccionar los que son realmente útiles para nuestra investigación y que pasarán a formar parte de nuestro marco teórico y desechamos los que no nos sirvan. En este caso se considerarán como Fuentes Primarias de Información a todos los libros, artículos de revistas científicas, ponencias y trabajos presentados en eventos, simposios o similares. Al seleccionar las fuentes primarias se recomienda hacerse las siguientes preguntas: ¿la referencia se relaciona con mi problema de investigación? ¿cómo se relaciona? ¿qué aspectos trata? ¿ayuda a que desarrolle más rápida y profundamente mi estudio? y ¿desde qué óptica y perspectiva aborda el tema?: psicológica, antropológica, sociológica, médica, legal, económica, etc.

3)      Lo que nos revela la revisión de la literatura: Nos puede revelar diferentes grados de desarrollo del conocimiento sobre nuestro problema de investigación:
· Que existe una teoría completamente desarrollada, con abundante evidencia empírica y que se aplica a nuestro problema de investigación.
·   Que hay varias teorías que se aplican a nuestro problema de investigación.
· Que hay “piezas” y trozos” de teoría con cierto respaldo empírico, que sugieren variables potencialmente importantes y que se aplican a nuestro problema de investigación (pueden ser generalizaciones empíricas e hipótesis con apoyo de algunos estudios).
·  Que hay descubrimientos interesantes, pero parciales, sin llegar a ajustarse a una teoría.
· Que solo existen guías aun no estudiadas e ideas vagamente relacionadas con el problema de investigación.

b)   El Producto: Es la construcción del Marco Teórico, el cual a su vez forma parte de un producto mayor: el informe general de investigación o documento final de la investigación. 

Debemos preguntarnos entonces ¿qué métodos podemos utilizar para la construcción de nuestro marco teórico?

1) Basado en la existencia de una teoría completamente desarrollada: Cuando en la revisión de nuestra literatura encontramos que existe una teoría completamente desarrollada que es capaz de explicar y predecir el problema en estudio de manera lógica, completa, profunda y coherente, la mejor estrategia para construir el marco teórico es basarnos en la estructura de esta teoría. Recordemos que “una teoría es un conjunto de proposiciones interrelacionadas, capaces de explicar por qué y cómo ocurre un fenómeno”[2] Al encontrar una teoría sólida que explica el problema de interés, se debe dar un nuevo enfoque a nuestro estudio: a partir de lo que ya está comprobado se plantean otras preguntas de investigación, que obviamente son aquellas que no ha podido resolver la teoría hallada; también se puede profundizar y ampliar elementos de la teoría y proponer nuevos horizontes investigativos; o someter a nuevas pruebas empíricas la teoría en mención.

2) Método de Mapeo: Implica elaborar un mapa conceptual, basados en profundizar en la revisión de la literatura y el desarrollo del marco teórico. Para ello es importante tener clara la metodología para la construcción de los mapas conceptuales[3], los tres principios sobre los que se construyen, a saber: Diferencia de Concepto; Establecer relaciones estructurales y Establecer estructuras jerárquicas; dentro de las cuales se aplican los tres principios teóricos del aprendizaje de D. Asubel: inclusión, diferenciación progresiva y reconciliación integradora.

3) Método por Índices: En el cual se desarrolla primero un índice tentativo del marco teórico, que sea global, general, y se le va afinando hasta dejarlo sumamente específico, para posteriormente colocar la información obtenida (contenida en las fichas de análisis) en el lugar correspondiente dentro del índice. Recuerde que el índice se puede constituir por temas y subtemas, los cuales se organizan según su importancia, relación y van enumerados.

Otro elemento a tener en cuenta se refiere a ¿Cuántas referencias deben usarse para el marco teórico? Realmente no hay un número exacto, sin embargo algunos autores sugieren un mínimo de 30 (Mertens, 2005); no obstante Hernández Sampieri (2008) propone lo siguiente:

· En una investigación en licenciatura para una materia o asignatura el número puede variar entre 15 y 25.
· En una tesina, entre 30 y 40.
· En artículo para revista científica, entre 50 y 70.
· En una disertación doctoral, entre 65 y 120.

Todas las referencias deben estar vinculadas directamente con el planteamiento del problema.

Otra pregunta importante se refiere a ¿qué tan extenso debe ser el marco teórico? Creswell (2005) sugiere que en propuestas de tesis de posgrado y estudios profesionales oscilen entre diez y quince cuartillas estándares (nosotros creemos que entre ocho y quince es adecuado), en artículos para revistas científicas, de seis a doce; en tesis de licenciatura y maestría, de veinticinco a cuarenta y cinco; y en disertaciones doctorales, de cincuenta a setenta. Una tendencia es que el marco teórico sea breve y concreto, pero sustancial (con referencias sobre el  planteamiento del problema).

Según lo anterior el marco teórico de los trabajos que presentaran en la materia de metodología de investigación debe tener un contenido de entre diez a quince cuartillas, y ello no incluye los demás componentes o partes del proyecto de investigación.



[1] HERNÁNDEZ, Roberto. FERNANDEZ, Carlos. BAPTISTA, Pilar. Metodología de la Investigación. Quita edición. McGraw-Hill. Bogotá. 2010, capítulo 4, pp. 50-73.
[2] Ibíd.
[3] GIRALDO ROJAS, Juan David. DOCUMENTO DE APOYO TÉCNICO PARA EL ESTUDIANTE. 2002. Disponible en la fotocopiadora de los Confites, capeta de Teoría General de la Criminalística.

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