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SOBRE EL ESTUDIO DEL ORIGEN DEL DELINCUENTE

(Artículo inicialmente publicado el 13 de marzo de 2009 en http://grupos.emagister.com/debate/_el_delincuente_nace_o_se_hace_/1360-28344/p2)

La pregunta sobre si el delincuente nace o se hace es un viejo interrogante histórico que la humanidad se ha venido planteando; como contribución al debate me gustaría hacer una reflexión sobre ¿desde dónde se está partiendo para afirmar si el delincuente nace o se hace? ya que, al conocer el origen que fundamenta nuestra posición, podemos llegar a conclusiones sustentadas e interesantes. Para empezar es importante reconocer que el ser humano es un sujeto integralmente histórico, no es un ente lanzado al vacío, es parte de la historia.

En lo que respecta a la posición criminológica sobre el origen del delincuente, esta se ha cimentado no específicamente por lo que la criminología ha construido como tal y, más bien, se viene alimentando desde la antigüedad con importantes aportes de pensadores como Hesiodo, Protagoras, Heráclito, Sócrates, Platón y Aristóteles, quienes opinaron sobre la manera como se debería abordar el tema del origen de la delincuencia y su castigo, sin embargo, sus trabajos adolecieron del rigor científico necesario y no fueron debidamente sistematizados, perdiéndose así la mayoría de sus experiencias y los saberes producidos.

Posterior a ellos vienen los aportes de Tomás de Aquino, quien desde la escolástica, planta las bases del derecho penal y de la manera como se intervendría el fenómeno criminal.

A partir del surgimiento de la edad moderna, con sus raíces en el iluminismo y la ilustración, las cuales consolidan el racionalismo y que permiten despojar a la visión del criminal de todo el lastre religioso y de la retrasada visión desde el pecado promulgada por la interpretación mágico religiosa del fenómeno, se ha facilitado el inicio de la investigación juiciosa del fenómeno criminal desde lo físico y lo psicológico. Es en este punto de la historia donde surge la visión del ser humano como integridad Bio-Psico-Social, la cual contempla los tres aspectos generales de la conformación del ser y reafirma su estructuración histórica. Es desde esta óptica de la cual surgen las principales escuelas de lo que se viene a conocer como la criminología de origen europeo, que nace a finales del siglo XVII y su primer aporte lo constituye el hecho de tratar de delimitar el campo de lo criminológico; con esto quiero decir que lo que surgió en esta época no fue la criminología, ya que esta venía operando en todas las culturas desde que tenemos memoria, lo que surgió aquí fue el tipo de criminología según la ideología europea y esta es la que impera en occidente. Es la que nos permite delimitar qué es el sujeto criminal en occidente.

Con el propósito de profundizar un poco más en el tema, podemos apreciar que, en cada una de las escuelas criminológicas que se han desarrollado hasta la actualidad, hay implícita o explícita una concepción de quién es el sujeto criminal y cuál es su posible origen. Para sustentar mi afirmación pasaré a revisar cada una de ellas:

Para la Escuela Clásica el criminal tiene origen fundamentalmente en lo racional, esta escuela es humanista y esto le permite, desde un importante movimiento intelectual, superar la fusión entre el empirismo y la filosofía, promulgando que el crimen no es un simple hecho de la naturaleza, también es un acto de poder (lo que implica la estructura social del sujeto). Por lo tanto el sujeto tiene un “libre albedrío” y sus actos delictuales se deberán ver como un ente jurídico y no como un ente filosófico; los que carecen de libre albedrío (P. ej. Los niños o los locos) quedarían excluidos del derecho. Como vemos esta escuela prestó poca atención al fenómeno del criminal y se centró en el concepto de delito, la responsabilidad, la pena y la tutela jurídica. (Ver Carmignani, Carrara, Beccaria).

En la Escuela Positiva (finales del siglo XIX) el estudio sobre el delincuente y su origen se fundamentó en el positivismo filosófico y tuvo como fundamento el individuo dentro de la colectividad; es aquí donde aparecen aportes como los de Cesare Lombroso en su obra “El Hombre Delincuente” (1876) dando inicio a lo que hoy día se llama antropología criminal. Los aportes de Lombroso apuntan hacia el delito como resultado de unas tendencias innatas, de orden genético, supuestamente observables en ciertos rasgos físicos o fisonómicos de los delincuentes habituales (asimetrías craneales, formación de la mandíbula, orejas, arcos superciliares, entre otros), esta tipología supuestamente se observaría en:

Delincuente nato
Delincuente epiléptico
Delincuente loco
Delincuente ocasional
Delincuente pasional

Esta teoría, aunque es una de las más mencionadas históricamente, fue rápidamente refutada por los estudios del criminólogo británico Charles Goring, quien realizó un estudio comparativo entre delincuentes encarcelados y ciudadanos de bien, respetuosos de las Leyes, que tenían las mismas características antropométricas descritas por Lombroso, permitiendo llegar a la conclusión que no existen los llamados “tipos Criminales” con una disposición innata para el crimen. Los estudios actuales han permitido confirmar la tesis y observaciones de Goring y solo se ha mantenido el hecho de que ciertas anormalidades en el cerebro y en el sistema endocrino pueden contribuir a que una persona tenga inclinación delictiva.

Hoy día se sabe que, las teorías de Lombroso, son una forma descarada de señalar y maltratar a algunas personas que no corresponden a ciertos patrones de belleza y de fomentar posiciones xenofóbicas que irrespetan los Derechos Humanos.

En esta escuela también podemos encontrar aportes de pensadores como Enrico Ferri reconocido como “el jefe de la escuela positivista de la ciencia criminal” quien escribió obras como: Sociología Criminal (1884); Socialismo y Ciencia Positiva; La Escuela de Criminología Positiva y Sociología Criminal (1905). Este autor esbozó unas tipologías de corte más psico-social y no simplemente basadas en lo fenotípico de las personas:

Delincuente loco: El enfermo mental
Delincuente habitual: Hace del delito su forma de vida
Delincuente ocasional: Ve la ocasión para delinquir en la que no hay nadie que lo detenga
Delincuente pasional: comete el delito impulsado por emociones como el amor. La pasión, los celos etc.

Para mayor ilustración sobre esta escuela revisar las obras de Lombroso, Ferri, Garófalo, Gall, Goring.

Encontramos luego la Escuela Criminológica Clínica, también llamada criminología clínica o clínica criminológica, la cual se fundamentó en fenómenos reales que abarcan el plano físico y psíquico del ser humano y la conexión que estos tienen con el delito, todo ello con el propósito que, desde un modelo médico, se pudiera diagnosticar y tratar la delincuencia, aplicando medidas de profilaxis criminal y tratamientos de rehabilitación física, psicosomática, social, ética, educacional y moral.

Para esta escuela uno de sus conceptos claves es la peligrosidad del criminal, que se fundamenta en averiguar ¿qué causa lleva a la persona a cometer el delito? Y de esta manera se podría determinar si continuará cometiéndolo, por lo tanto, se inicia con un diagnostico clínico-criminológico que parte de la base de que el ser humano es una individualidad biológica, psicológica y social.

Esta escuela también estudió las múltiples formas en que se manifiestan los actos delictuosos y los caracteres físico-psíquicos del delincuente, por lo tanto el delincuente tiene su origen en un sufrimiento que no le permite adaptarse a las condiciones en las que se encuentra y esto ocasiona que manifieste unos síndromes psíquicos como reacciones anómalas y psiconeurosis.

Según lo antedicho el delito es una conducta anormal, patológica, producto de una personalidad conflictiva, con una determinad problemática de violencia debido a que el individuo se adapta al medio social a través de su conducta y la intencionalidad de la misma constituye un todo organizado que se dirige a un fin.

Como podemos apreciar esta escuela se alimenta de la enorme producción que desde la Psiquiatría y la Psicología se hace al estudio de la conducta desviada. Para más información de esta escuela revisar: antigüedad: Hesiodo, Pitágoras, Sócrates, Platón, Aristóteles. Modernos: Garófalo, Niceforo, Benigno di Tullio, Fratelli-Broca, Etiemme, De Greeff, Hesnard, Huwitz, Pinatel, Seelig, Pinel, Ruhs, Gklueck, Healy, José Ingenieros, Freud entre otros. Actualmente hay importantes avances en las áreas de psicología criminal, psicología juridica y forense que reciben grandes aportes de la psicología social, la cognitiva y la neuropsicología.

Es importante mencionar, además, a la Escuela Crítico Social, que presenta sus teorías y aportes al conocimiento del origen de la conducta criminal a partir de los años sesenta, realizando fuertes críticas al neopositivismo, entre éstas teorías tenemos el neo-marxismo, el cual le apuesta a la Escuela como motor de cambio político y social ya que tiene la misión de transmitir los valores establecidos y de las ideologías imperantes.

Esta escuela criminológica argumenta sus estudios sobre el origen del sujeto criminal en la teoría del conflicto, según la cual el delito refleja el conflicto entre las clases sociales y la Ley es una manifestación de los intereses de las clases dominantes. Estos debates se dieron en la segunda generación de lo que conocemos como la “escuela de Frankfurt”, teniendo como uno de sus principales exponentes a Jurgen Habermas quien elaboró una teoría crítica de la sociedad basada en los conceptos de la acción comunicativa y las diferencias de entendimiento y acuerdo.

Para la escuela crítico Social, uno de sus postulados es el de reconocer la normalidad del delincuente, ya que desde este aspecto nada diferencia a un sujeto que delinque de quien no lo hace y esto se debe a que en su gran mayoría los delincuentes no son deficientes mentales ni trastornados. Según esto hay una explicación para conocer como los sujetos hacen la elección consciente de la desviación social como respuesta a los problemas planteados por el sistema social. Para saber más de esta escuela revisar: Habermas, Lola Aniyar, Louk Hulsman, entre otros.

Otra significativa escuela criminológica es la reconocida como la Escuela Ecológica, que surge en el contexto de la opinión pública moderna, el desarrollo de la tecnología de la información, el sistema democrático y la inmigración europea de los años 20 del siglo XX. También es llamada escuela de Chicago y Escuela Ecológica-social debido a que estudia el medio ambiente en el cual se desarrolla el individuo y, por lo tanto, los factores que influyen en el origen del delincuente son de tipo medioambiental. Para sustentar sus estudios se basa en el pragmatismo y en el interaccionismo simbólico, como una filosofía de la acción. Para saber más de esta escuela revisar: Nel Anderson, Robert Park, Ernest Burgess, Cifford Shaw, entre otros.

Para finalizar, estoy de acuerdo con lo que actualmente los estudiosos del tema presentan sobre el origen del criminal y del crimen, confirmando los aportes de F. Gall y C. Goring, a los que se suman los factores socio-culturales; esto permitió el desarrollo de lo que hoy en día se conoce como “Las Teorías Del Factor Múltiple”, en las cuales se afirma que: “el delito surge como la consecuencia de un conjunto plural de conflictivas y convergentes influencias biológicas, psicológicas, culturales, económicas y políticas”.

Definitivamente y debido a lo complejo del estudio del origen del criminal, aún siguen sin estar claras las causas complejas del delito, sin embargo su revisión exige un cuidadoso estudio de las construcciones que importantes pensadores y expertos han venido aportando a lo largo de la historia y de las investigaciones actuales que realiza la neurociencia.

Apropósito de nuestro tema los invito a observar este interesante video:

http://www.rtve.es/alacarta/videos/television/redes-4-04-10-pendiente-resbaladiza-maldad/736047/

Juan David Giraldo Rojas.

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