Se han producido los fallos judiciales en contra de las personas que, abusando de su calidad de Servidores Públicos y para colmo de males en el área de la Seguridad y la Justicia, entregaban información privilegiada a delincuentes con el fin de que evadieran la acción de la justicia.
Al leer la noticia observamos de nuevo, al menos para el caso de los investigadores de Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, que estos personajes no cumplían con el perfil formativo que exige esa digna función. Flaco servicio le prestan al país y al ideal de justicia de nuestro pueblo quienes llegan a "escamparse" o como “paracaidistas” a este tipo de labores tan delicadas.
Aparece la CORRUPCIÓN como fenómeno social que consistentemente nos muestra el escaso o nulo desarrollo moral, la ínfima inteligencia emocional e inteligencia social de este tipo de sujetos. Los corruptos son bien llamados “egoístas perfectos” por su escasa capacidad empática con las demás personas, evidencian una insuficiente capacidad para realizar Relaciones Causales que les faciliten la comprensión de las consecuencias de sus actos (el daño que pueden causar a otros y hasta a sí mismos), demuestran poco control de la impulsividad en el hecho de rendirse ante el dinero como un antivalor que supera cualquier principio ético o cualquier barrera moral que pudiese inhibir el hacer daño a otros seres humanos y evidencian una débil tolerancia a la frustración al ceder ante las presiones a las que cualquier ciudadano del común se enfrenta en nuestro medio socio-económico. Es vergonzoso su deseo de placer a corto plazo sin calcular las consecuencias, independientemente de que sean bachilleres o profesionales del derecho y hasta con estudios de especialización.
El Investigador Criminal, en especial aquel que sí ha realizado estudios profesionales en esa área, debe estar siempre vigilante de su actuar, de su forma de relacionarse con los demás, ser consciente del ideal de justicia que comparte con su propio pueblo y de la misión que se le encomienda como SERVIDOR; de desarrollar su consciencia de clase y su ubicación en el devenir histórico de su Nación para no perder el norte de su qué hacer profesional y defraudar la confianza que los ciudadanos depositan en él como salvaguarda de la Ley y la Libertad, como el encargado de mantener el equilibrio entre aquellos que transgreden la norma y los ciudadanos de bien.
El investigador criminal tiene el deber de prepararse en lo formativo (el saber SER) y en lo instructivo (el saber HACER) para enfrentar situaciones adversas, difíciles y en algunos casos hasta repugnantes y, por encima de ello, mantener en alto su inteligencia emocional, su sensibilidad, su inteligencia social o capacidad de “estar a tono” con sus conciudadanos, todo ello con el proposito de socorrerles cuando son víctimas de la delincuencia y de prevenir que se les haga daño. Tiene la obligación de ser COHERENTE: lo que Piensa (Sus ideas, sus valores y principios) esté ligado con lo que Dice (sus palabras, su discurso) y con lo que Hace (sus actos, su conducta observable).
Los invito a observar la noticia del caso y hacer sus reflexiones.
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ResponderEliminarPienso que mas allá de mirar el problema de la corrupción del servidor público, debemos tener en cuenta también que los procesos de contratación de las instituciones de seguridad e investigación del estado están empañados por las influencias de terceros, y que en estos "procesos" de contratación prima más la llamada "rosca" que la formación académica y personal de aquellos que sí merecen la oportunidad de trabajar para el estado.
ResponderEliminarHola Javo, Gracias por tu participación.
EliminarSi lo analizas bien eso que describes sobre las influencias de terceros, la "rosca" y el no tener en cuenta los meritos de las personas aspirantes a un cargo público o privado, es una forma de corrupción.
En nuestro medio es evidente que la corrupción se expresa de diferentes maneras y está activa en las prácticas cotidianas, es por eso que debemos estar atentos, prevenirla y combatirla.
una vez mas queda claro que nos encontramos en una sociedad en crisis, donde reinan los anti valores, donde la cultura del facilismo es vista por muchos como algo normal y aceptable , crisis que tal vez con el trascurrir de los años, crecerá enormemente como algo imparable, es claro que nuestro problema abarca desde lo cultural hasta lo educativo donde muchas veces vemos que avanzamos hacia el tecnicismo del ser humano dejando en un segundo plano la formación humana, vital para el desarrollo social del individuo.
ResponderEliminarJuan Pablo,
EliminarEstamos de acuerdo en que la corrupción es uno de los factores más importantes en la crisis actual, causa graves efectos en la gobernabilidad y el desarrollo sostenible. PAra enfrentarla es fundamental que en el proceso educativo de los ciudadanos se tenga en cuenta el desarrollo de las inteligencias emocional y social, el mejoramiento de las capacidades para realizar juicios de valor que permitan identificar las causas y los efectos de nuestras conductas, todo esto con el fin de prevenir el surgimiento de conductas corruptas.